Fluyendo

Fluyendo

Dejar que las cosas fluyan significa no agobiarse por controlarlo todo. Es como soltar el volante y dejar que la vida siga su curso sin intentar forzar cada situación. En lugar de estresarnos por cada detalle, aprendemos a adaptarnos y a aceptar lo que viene. Nos ahorra energía y nos permite estar más relajados ante los cambios. Al final, es una forma de vivir más tranquila y sin tanto estrés.

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